El Acebo o Ilex aquifolium es un árbol de hoja perenne de 1-20 metros de altura, sus hojas son de color verde oscuro y tiene espinas, Las flores son pequeñas, blancas y rosadas, posee un fragante aroma, que se siente en la base de las hojas.
El fruto es de color rojo y son bayas de 8 mm de diámetro. Cada baya contiene 4 semillas (que se encuentran en la planta, de agosto a diciembre). El hábitat del acebo: crece en bosques, parques, jardines y en las zonas de llanuras y montañas. La planta es nativa de Europa, se cultiva como árbol ornamental en América del Norte y África del Norte.
En el Ogham, el antiguo alfabeto de los irlandeses y los pictos, se decía que el acebo, o “tinne”, era “el mejor en la lucha”, ya que ayudaba a equilibrar tanto los aspectos negativos como los positivos, y siempre era señal de buena suerte, porque ayudaba a señalar la buena dirección a tomar. Para estos pueblos, el abeto era símbolo de buena suerte y fortuna, y particularmente sagrado para los druidas celtas. También se decía que una rama de acebo constituía un buen talismán para protegerse de los rayos, y una fuerte protección contra los malos espíritus. Según las tradiciones populares irlandesas, cuando se coloca una ramita de acebo bajo la almohada se ayuda a que los sueños se hagan realidad.
Relacionado con la diosa de la Tierra, Dana, el gato, el unicornio y la lanza de fuego, el acebo tiene como piedra tutelar a la popular cornalina roja. Los astrólogos lo asociamos a la parte del zodíaco comprendida entre los 15 grados de Cáncer y los casi 12 de Leo. El color con el que se asocia, igualmente, es el gris oscuro, y su flor, la ulmaria (también llamada Reina de los Prados). Entre las propiedades mágicas que se atribuyen al acebo figuran la protección, la potenciación de la sexualidad, el don de la profecía y la capacidad para hacer magia.
Se dice de aquellos que se encuentran bajo la protección del acebo que son prácticos, capaces y firmes frente a la adversidad. Gente prudente, lógica y eficiente, poseen una pronunciada buena visión para los negocios. En las relaciones son protectores y posesivos, y siempre están empeñados en una eterna búsqueda de la perfección. Poseen una enorme integridad personal y capacidad para influenciar, aunque normalmente gustan más bien de situarse detrás de la escena. Su punto más débil es su extrema sensibilidad a las críticas.
Su gran necesidad de afecto, y de atención y reconocimiento, puede volverles muy exigentes en sus relaciones personales, tanto de amistad como familiares o de amor. No asumen riesgos hasta estar seguros, pero una vez decididos nada ni nadie podrá detenerles. Poseen la capacidad para resolver problemas difíciles mediante el uso de la lógica, y requieren de un lugar tranquilo, un reducto de paz personal para tomar un respiro frecuente, o se resentirá su salud mental y física debido a los muchos enfrentamientos y responsabilidades a los que se brindan.
Parece bastante probado que, en la prehistoria, el acebo era utilizado junto con el sílex para fabricar flechas resistentes y ligeras, así como puntas de lanzas de las mismas características. La naturaleza de los protegidos por el acebo es enérgica, y se encuentra poderosamente ligada a la tierra. Como los animales, poseen un sexto sentido que les permite librarles de los peligros que les acechan, por muy poderosos o escondidos que éstos se encuentren. Sin embargo, esta cualidad les hace mostrarse y aparecer como soberbios frente a los oponentes, lo cual puede depararles más de una sorpresa (doy fe).
La gente del acebo es ambiciosa y apasionada, y gusta del prestigio social. Sabe muy bien dónde quiere ir, y no le gusta perder el tiempo en empresas mediocres. Su gran confianza en sí mismo le impulsa hacia el éxito, y no le importa esperar: se tomará todo el tiempo necesario para preparar el camino. Debe cuidar la alimentación porque tiene tendencia a padecer trastornos digestivos. Las exposiciones pictóricas y los museos le hacen disfrutar tanto como un buen paseo por el monte o por la playa.
Se dice que el acebo proporciona a sus protegidos un alma ardiente y una gran dosis de pasión. También se dice que el acebo da gusto por el poder y el dinero.., dones que no serán derrochados por estos nativos, una vez sean conseguidos.
Los druidas decoraban con acebos sus cabañas durante Giamos, el Periodo Oscuro del año, y esta planta llegó a ser el emblema de varios clanes de las tierras altas de Escocia. Un mito celta relacionado con el acebo es el relato en el que los protagonistas son Gawain, señor del roble, y El Caballero Verde, señor del acebo, donde se describe la virtud del honor. Es un árbol que ayuda a crecer interiormente, y como dicen las leyendas, no se le puede engañar o mentir, y él mismo representa el arquetipo de la sinceridad.
En muchas narraciones mitológicas inglesas y escocesas existe la figura del Rey del Acebo.
Según la sabiduría popular, este árbol se tiene que plantar en los alrededores de la casa para protegerla de los rayos, los ladrones y la desgracia, porque sus espinas alejan los factores negativos.
Es una de las plantas más utilizadas en la tradición céltica, ya que es muy común en el norte de Europa y en las zonas montañosas del centro y del sur.
Al tratarse de una mata perenne, es símbolo de inmortalidad, y se usa para reforzar los rituales y hacerlos duraderos en el tiempo.
En el periodo de Navidad se venden coronas de acebo que pueden secarse y conservarse en las puertas como talismán contra los males.
Junto al muérdago, es una de las plantas mágicas del solsticio de invierno y por mimetismo, también de la Navidad.
El poder del acebo deriva del color verde de sus hojas, que permanece todo el año y que representa la vida eterna; de sus bayas rojas, que simbolizan la sangre del sacrificio, y de sus espinas, que ahuyentan a los malos espíritus. También es una planta asociada a la fortuna.
Partes tóxicas: Las hojas, corteza, bayas contienen ingredientes activos, no hay información disponible sobre las raíces.
Género: Masculino.
Planeta: Marte.
Elemento: Fuego.
Poderes: Protección general, protección para los rayos, suerte y magia de los sueños.
Usos mágicos:
- Es una hierba protectora por excelencia, el acebo protege del rayo, del veneno y de los malos espíritus. Plantado alrededor de la casa, protege la casa y a quien vive en ella.
- Si se lanza a animales salvajes, les hace tumbarse apaciblemente.
- El agua de acebo (en infusión o destilada) se usa como pretección para los niños recién nacidos.
- El acebo también es un talismán para la buena suerte, sobre todo en los hombres, ya que el acebo es una planta “masculina”.
- También se cuelga alrededor de la casa para obtener buena suerte en Navidad.
- En viernes, pasada la medianoche, arrancar nueve hojas de acebo y guardarlas en un paño de algodón verde, haciendo nueve nudos para unir los extremos. Póngalo debajo de su almohada y los sueños se harán realidad.
- Dos ramas cortadas al amanecer permiten descubrir tesoros ocultos y, como amuleto funciona muy bien para proteger negocios.
Propiedades Curativas: De frutos (bayas), rojos y carnosos, parecidos a la cereza, tiene un efecto purgante y emético. Las frutas o bayas de estos árboles son algo vomitivos y también algo purgantes; por la misma causa conviene usarlos con cuidado.
Indicaciones: Como antipirético y sudorífico, en los estados febriles y gripales. Como calmante de los dolores de estómago e intestino. En las úlceras, cólicos y espasmos, etc. También es útil contra el agotamiento, ya que confiere vitalidad general.
Preparar 30 g. de hojas, previamente picadas, en un litro de agua y hacer hervir dos minutos. Se toman dos o tres tazas al día, para el reuma, la fiebre y como desinfectante intestinal. También para hacer sudar, lo que ayuda a sacar haciar fuera los virus.
También se puede preparar una cataplasma con la corteza (por medio de la ebullición de la corteza con agua, hasta su reducción) y se usa para vaciar forúnculos y abscesos.
El remedio tradicional de las Flores de Bach representado por Holy (el acebo) está indicado especialmente en casos de ira causada por celos, envidias, odios o sospechas. Holy se utiliza para sentimientos muy negativos y agresivos, en donde el problema básico de la persona es la ausencia de amor. El remedio afronta la generosidad de espíritu y la apertura hacia los demás, contemplando el mundo con una perspectiva más magnánima.
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