Por su capacidad para duplicar la realidad, los espejos han sido siempre un medio de acceso para la magia y lo sobrenatural y ya en la Antigüedad el arte de la adivinación por medio de espejos, conocido como cristalomancia, era practicado por magos y brujas de muchas culturas. Las antiguas brujas de Tesalia escribían sus oráculos en espejos con sangre humana. Se cuenta que enseñaron a Pitágoras a adivinar sosteniendo un espejo en dirección hacia la Luna.
Este tipo de adivinación adoptó formas muy sofisticadas a lo largo del tiempo y no sólo se utilizaban recipientes de plata, piedras preciosas y agua en un cuenco, sino también las uñas de los dedos muy pulidas. Los espejos muy bruñidos y pintados de negro en el lado convexo se consideraban excelentes instrumentos para desarrollar la clarividencia, de forma similar al uso de una bola de cristal. El ideal es de obsidiana.
Los espejos negros se usaron y usan como potente artilugio mágico. Pero que nadie se lleve a engaño; hay que estar preparados para usarlos con seguridad. Según la tradición, pueden llegar a encerrarse todo tipo de energías en ellos y liberarlas a voluntad del mago.
Durante el ciclo de la luna llena es el mejor momento para crear un espejo negro, ya que la luna rige el tercer ojo y la psique.
Tened presente que hay que activarlo.
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