Muchos me preguntáis y me pedís que os haga la incorporación de un Dios o una Diosa. Y yo siempre respondo lo mismo: se ha de pensar muy bien y se ha de estar muy seguro antes de hacerlo.
Cuando incorporamos a una Diosa o a un Dios no es para un ratito. Es para el resto de nuestra existencia, de esta existencia. Por lo tanto no podemos dar el paso porque nuestra amiga lo haya hecho o porque veamos muchos eventos donde anuncian que lo hacen.
Nos lo hemos de pensar porque en el momento que damos ese paso estamos comprometiéndonos en cuerpo y alma, nos estamos vinculando a ese Dios o Diosa. Pasa a formar parte de nosotros y de nuestra vida. De nuestra vida espiritual y también cotidiana. La misma palabra lo dice: INCORPORACIÓN, le “metemos” dentro nuestro… como si nos lo hubiésemos tragado. El hecho de incroporar también significa que ese Dios o Diosa va a ser nuestro protector/a.
Durante el ritual, como os decía, nos comprometemos haciendo un juramento de lealtad y respeto. Ese juramento no debe tomarse a broma, porque desde el minuto cero también quiere decir que aceptamos, no sólo al Dios o Diosa, sino también a sus características: las buenas y las no tan buenas.
Sí… los Dioses también tienen una faceta que no es del todo agradable, como nosotros mismos. Tienen sus bondades y también sus arranques que nos pueden llevar a pruebas realmente duras para nosotros. Por eso debemos tenerlo tan y tan claro.
Por otro lado, si incoropramos a uno/a no podemos desincorporarlo. Igual que cuando nos inician en Reiki, por ej., no podemos desiniciarnos. Y vuelvo a decir que la misma palabra lo dice: le “metemos” dentro de nuestro cuerpo y desde ese mismo instante somos uno con él. Desincorporarlo sería como arrancarnos un riñón o cualquier otro órgano vital.
Pero el hecho de que hayamos incorporado a una Diosa o Dios no quiere decir que no podamos “trabajar” con cualquier otro del panteón que sigamos. Podemos pedirle al Dios/Diosa que queramos respetando una coherencia.
Al incorporar a una Diosa/Dios, por lógica, no podemos incorporar a otro/a. Imaginaros el desorden del que seríamos víctimas. He ahí la necesidad de pensarlo muy y muy bien antes de hacerlo.
En el centro (Arcannum) hacemos una vez al mes la meditación con una Diosa… MEDITACIÓN. Normalmente transcurre sin ningún problema para los asistentes que ya tienen una incorporación, pero otras veces simplemente la Diosa/Dios que llevamos incorporado nos saca de delante del que estamos trabajando en la meditación. Ha pasado.
Así que vuelvo a insistir en que lo meditéis mucho antes de hacer una incorporación.
© Morganna Barcelona