A partir de la oficialización del cristianismo, y tras la caída del Imperio Romano, todas las provincias, incluso los estados bárbaros, habían sido cristianizados. El problema fue que las antiguas religiones pervivieron en el seno íntimo. Para la Iglesia fue sumamente arduo convertir a los pueblos bárbaros dotados de otras creencias, ya que se bautizaban, prometían fidelidad a Cristo y luego volvían a sus antiguas prácticas paganas, como fue el caso de los sajones.
El paganismo tuvo sus diferentes maneras de subsistir: en tanto que los mesopotámicos leían los hígados como modo de adivinación del futuro, existían quienes se comunicaban con los muertos, quienes daban significados mágicos a hechos cotidianos como un pájaro que pasa a izquierda, mala suerte, o a la derecha, buenos augurios. A modo de ejemplo, la palabra actual “siniestra” deriva del latín sinister –tri , cuyo significado era izquierda.
Los germanos usaban amuletos para la suerte. La razón por la cual no tenían santuarios ni edificios es que estas tribus eran nómadas. Por lo tanto, su arte y sus objetos de adoración estaban constituidos por elementos portables, que pudieran ser trasladados con ellos. La Res-Publica o cosa pública no existe para este pueblo.
De la misma manera, perduraron las creencias en las fuerzas de la naturaleza, la tierra, las hierbas sanadoras, las lluvias, y las antiguas creencias greco-romanas. Tal hecho no debe resulte extraño si se tienen en cuenta las motivaciones políticas que llevaron a la cristianización del imperio.
En una comunidad en que la vida pende de un hilo, no sólo por el quiebre social y político , sino por pestes y enfermedades, las adivinanzas, amuletos, adivinaciones, las brujas, a menudo eran fuente de esperanza y credibilidad. Así, la Iglesia, a través de la noción de pecado, introdujo también al diablo e identificó en él todas las prácticas paganas. Se crean los correctivos para los cristianos, los sacramentos, el casamiento, las oraciones, etc.
Asimismo, existió una división social en el campo de la religión. A menudo, los campesinos, alejados de la ciudad y desprotegidos, fueron los que más se aferraron a las antiguas creencias, en tanto que la nobleza feudal, adscribió al cristianismo.
A partir del 829, el Concilio de Paris condenó duramente el paganismo en tanto que atentaba en contra del poder y la autoridad. Lo que realmente perseguía dicho concilio era subordinar bajo su ala el poder temporal e implantar duras represalias en contra de todo súbdito que fuera infiel a la autoridad, y por extensión, a Dios.
Cabe mencionar que la Alta Edad Media que comienza en el siglo V es un mundo fragmentado, sin protección y en consecuencia, cargado de violencia. En tal sentido, las creencias y la religión juegan un papel sumamente importante.
Fuente: laguiadehistoria.com/edad-media/el-paganismo
GRACIAS MORGANNA. ME ENCANTA LO QUE PUBLICAS. RITA MARLENE MEDINA.
Gracias a ti amore…