Autor: Lykonius
De hecho, Escímnio de Quios en su “Descripción de la Tierra”, escrita alrededor del año 90 aC, nos situa a unos bebríces en las cercanias de los Pirineos: “A lo largo de la costa, debajo de los bebrices, se encuantran los ligures y las ciudades griegas que los foceos masaliotas han colonizado. La primera es Emporium (Empuries), y la segunda es Rhode (Roses), fundada esta última por los rodesios, que ya entonces tenian grandes fuerzas navales.” Las costas donde estaban estos ligures corresponderían al actual Languedoc, ligur antes de la penetración íbera, con lo que la situación de estos bébrices serían las montañas pirenaicas cerca de Carcasonne.
Estos bebríces históricos en los Pirineos podrian ser identificados con los mismos bebrices legendários que una vez habitaron al norte del Pirineo. Cuenta la leyenda recogida por Sila y por Parteno que un tal rey Bébrix gobernaba sobre su pueblo en la actual comarca de Foix: los bebrices. Su hija se enamoró de Hércules, pero infelizmente un oso la devoró tras huir hacia las montañas. En la incineración acudió su amante, y desde aquel momento se dió a la cadena montañosa el mismo nombre que el de la princesa: Pyrene. En esta leyenda hay dos datos interesantes: Hércules, que según la mitología griega fué partícipe de las campañas troyanas, con lo cual podríamos situar al Hércules real en el siglo XIII-XII aC, y el hecho que la princesa sea incinerada. Si se admite la fecha del siglo XII aC, en los Pirineos los únicos que incineraban por aquel entonces eran los recien llegados portadores de la cultura Urnfield, de habla céltica como se demuestra en el lenguaje lepóntico, heredero de esta cultura. De esta manera podría concatenarse todo: que los portadores de la cultura Urnfield se asentaran en el sur de Fráncia en el siglo XII-XIII aC., que más tarde se les volviera a reconocer en el Sistema Ibérico (Avieno, Éforo), después de pasar tres siglos en tierras íberas, y que luego tras una fusión intergeneracional se conocieran como celtíberos (celtas + íberos), perdiendo su antigua celtidad pura y su nombre tribal específico por otro más general.
Pero aún se puede intentar sonsacar más informaciones de las leyendas que llegaron a oídos de los autores clásicos.
Dionisio de Halicarnaso comenta que el nombre de Céltica (las tierras celtas) provendría de un tal Celtus, hijo de Hércules y Aterope, hija de Atlas (1). Es curioso, pero Dionisio también comenta que el hermano de Celtus era Iberus, y esto hace que esta leyenda pueda tener un fundamento histórico; el caso es que la cultura Urnfield, representante de los celtas, arribó a la actual Catalunya y norte del Pais Valenciano apenas unas décadas después de la Guerra de Troya según la arqueología; pero allá, el elemento nativo pudo integrar al foráneo lingüísticamente, pero no religiosamente, y de hecho existe una continuidad cultural y material entre la cultura Urnfield y las tribus íberas.
Silo Itálico por contra, nos dice que la amante de Hércules se llamaba Pyrene y que era hija de Bebrix (el rey-anfitrión de donde surgiría el etnónimo de los bebrices), y que esta dió nombre a la cadena montañosa donde estaba su corte, con lo cual nos situa a los bébrices en los Pirineos. Silo dice que Hércules se emborrachó (“se dejó vencer por Baco”) y que yació con la mortal Pyrene, y que producto de la unión con el semidiós fué parir a una serpiente. Como Dionisio de Halicarnaso, Partenos, y Diodoro nos cuentan que un hijo de Hércules que tuvo en el occidente fué un tal Celtos/Gálatos, cabría la posibilidad de identificar a este hijo-sepiente (semidiós) con el mismo Celtus/Gálatus. Además, es interesante reconocer cierto vínculo entre una tribu que da nacimiento a un hombre-serpiente y los nombres reptilianos de ciertas tribus del occidente peninsular: ophiusos, draganos y saefes/semses/cempses, que además concordaría con el hecho recogido por Timágeno que cada hijo de Hércules dió nombre a la tribu que cada cual gobernó o dió origen. Y es que estos héroes reptilianos resuenan en la Ora Marítima: “Al principio se la denominó Estrimnis [Ophiusa, el occidente peninsular], y los habitantes de estos lugares y campos eran los estrímnicos; posteriormente una plaga de serpientes puso en fuga a sus habitantes y logró que esta tierra quedara despojada hasta de su propio nombre.”
Pero Partenos de Nicea, en sus “Histórias de Amor”, cambia otra vez los nombres de los actores: aquí Hércules, después de arrebatar el ganado de Gerión y pasando por tierras celtas (seria el Languedoc, lugar de los bébrices) llegó a la corte de Britano, quien tenia una hija llamada Celtina, y la cual se enamoró de Hércules. Como consecuéncia de esta pasión, a la que accedió Hércules en parte por interés, nació un hijo común llamado Celtos. Lo curioso, es que en esta variante de la leyenda, Partenos nos dice que Celtina retuvo a Hércules reteniendo al ganado que obtuvo de botín en Hispánia. Un hecho histórico que se podría adivinar de esta leyenda sería que al pasar los dórios o Pueblos de Mar por el Languedoc, los celtas debieron someter a bandidaje a los orientales o que debieron cobrarles cierto tipo de peaje para dejarles volver a la Hélade; en todo caso, algun tipo de unión o alianza debió surgir con este trato.
Diodoro de Sicília por su parte, nos dice que Hércules fundó la ciudad de Alesia en la Céltica después de su campaña contra Gerión. Allí la hija del rey (un rey celta debería ser al reinar en la Céltica) quedó prendada por la fortaleza y la valentía del héroe y con el consentimiento de su padre se supone que se casó con él (Diodóro no dice explícitamente que se casase, pero se supone ya que una unión de este tipo y formalizada sólo podría ser en matrimónio en esos tiempos). La pareja tuvo un hijo llamado Gálatos, quien heredó el reino de sus padres (¿ Hércules y Pirene ?), y que por su fortaleza dió nombre a sus súbditos (Gálatos/Celtas) y conquistó una gran parte de la región limítrofe. En este caso, si situamos a los beribraces en el Languedoc habrían tres opciones: el norte, de donde provenian sus ancestros de la cultura de los Campos de Urnas, una opción difícil; al oeste, en la Aquitánia; o al sur, en Cataluña. Y como de hecho es efectivamente en Cataluña donde se expandieron sobretodo en un primer momento los portadores de la cultura Urnfield, apenas unas décadas después de la Guerra de Troya, en esta leyenda tendríamos otro indício histórico, que además quedaría contrastado con que Partenos comentase que uno de los hijos de Hércules fué Íbero, lo que haría a celtas (Gálatos) e íberos hermanos… arqueológicamente y culturalmente si más no, algo bastante cierto.
Timágeno de Alexandría en Amienus Marcelinus en sus “Histórias” también trata sobre la expedición occidental de Hércules; aquí en cambio, se nos dice además que Hércules encabezaba a una partida de dórios, y que estos llegaron a orillas del “Océano”, osea, que arribaron al Atlántico (donde además se supone que tenía su reino Gerión). Esto sucedió “después de la ruina de Troya, en que los vencidos huyendo de los griegos ocuparon aquellos lugares entonces deshabitados”. El motivo que empujó a Hércules a ir tan lejos según Timágeno fué la de vencer a Gerión y a Taurisco (que concuerda en nombre con una tribu alpina y con otra pirenaica) (2), los cuales estaban asolando Hispánia y la Gália, y que una vez allá, Hércules tuvo a varios hijos con princesas locales los cuales donaron sus nombres a las gentes sobre las que reinaron. Lo extraño del relato, es que casi parece como que Gerión y Taurisco fuesen parte de los vencidos en Troya y que intentasen conquistar tierras donde establecerse “deshabitadas”… o más bién poco pobladas, pero sin éxito. Si esto fuese así, que tirrenos, licios, troyanos, etc. emigraron hacia el occidente, sería hasta normal el hecho de ver unido a Hércules, enemigo de los troyanos, con los celtas, ya que estos últimos deberían ser los hostigados por los troyanos (Taurisco) si esto fuera cierto (tampoco habría que olvidar las leyendas que situan a troyanos en la “Galícia”). Y es aquí donde se entendería el papel de la hija de Bébrix, que no se habría casado tanto por amor sino como alianza e interés entre reyes, tal como se hacía en tiempos medievales: ¿acaso no ofrecieron los césares reinos a los germanos aliados para defenderles de los bárbaros también ?. Pero es Parteno quien nos dice que fué la princesa la que retubo el botín de Hércules (no sin la ayuda de bebrices por supuesto…), por lo cual se infiere un estado de tensión entre dórios y celtas: por una parte los dórios ansiaban el botín arrebatado, seguramente a la fuerza, pero por la otra parte los celtas no podian prescindir de la fuerza dória para combatir a Taurisco pero tampoco podían robarles el botín… en ese caso la mejor solución talvez fue un pacto y un matrimonio de conveniéncia, donde el hijo de Hércules debería heredar las conquistas. En consecuéncia, si esto fuese cierto, tras la unión táctica de dórios y celtas, más la superior tecnología helénica, más las riquezas acumuladas de botines de guerra, debieron crear la situación en que una gran poténcia tribal se debió formar al norte de los Pirineos, y esta poténcia talvez se aprovechó en la conquista de la península.
(1): Atlas, el mítico titán, se supone nieto de Océano y Tetis (las profundidades marinas), otros lo hacian hijo de Eter (el aire) y de Gea (la tierra). Fué padre de las Hespérides y de Hesperus (nombres que se relacionan con el occidente). Los mitos griegos hacen que Atlas fuese visitado por Hércules para coger las manzanas de las Hespérides. En los mitos griegos mantenia el cielo en su sitio, en otros mitos se dice que habían unas columnas de Atlas con las que se mantenian los cielos, lo que se ha racionalizado como que en los dominios deAtlas existieron altas montañas que debieran parecer las más impresionantes para los antiguos navegantes. Estas montañas se identifican la mayor parte de las veces con el Atlas o bién con el Pequeño Atlas (el Rif), pero también sería posible identificar unos montes así con la Sierra Nevada, visible des del mar y siempre nevada. También en el occidente existe la montaña del Canigó en el Rosellón, que en la antigüedad se consideraba la más alta ya que era visible des del mar como una sola mole; si aún hubiese la oportunidad de identificar a Atlas con Bébrix y las montañas de Atlas con los Pirineos, la leyenda volvería a repetirse con diferentes nombres… Y si Pyrene, la hija de Bébrix dió nombre a los Pirineos… ¿qué nombre debió tener la cadena montañosa anteriormente ?
http://girada.free.fr/137_etang_de_canet.jpg
http://www.ifremer.fr/envlit/photos/Archive/200410/img/photo04_2.jpg
http://usuarios.lycos.es/bel01/hpbimg/Canigo-A.jpg
http://usuarios.lycos.es/bel01/hpbimg/Leucatel-1jpg-A.jpg
http://www.eugeneimmo.com/images.Maisons/1461canigo.jpg
http://jpa.galerie.free.fr/Pr%E9sentation%20photos/Images%20page1/Canigou%20002.jpg
http://www.dimensionkite.com/images/canigou.jpg
La cumbre del Canigó, de 2784 metros y casi siempre nevada, es después del Mulhacén la montaña más alta visible desde la mar en el Mediterráneo Occidental, lo que haría de estos picos unos hitos para los primeros navegantes, y debieron ser muy famosos en la antigüedad.
(2): Existió una tribu de tauriscones supuestamente en la actual Tarascon-sur-Ariege, una ciudad situada entre Tolosa, Carcasona y Foix.
REFERÉNCIAS:
Dionysius of Halicarnassus, book XIV
The whole country is called by the Greeks by the common name Celtica (Keltikê), according to some, from a giant Celtus who ruled there; others, however, have a legend that to Hercules and Ateropê, the daughter of Atlas, were born with sons, Iberus and Celtus, who gave their own names to the lands which they ruled. Others state that there is a river Celtus rising in the Pyrenees, after which the neighbouring region at first, and in time the rest of the land as well, was called Celtica.
Silius Italicus, LA GUERRE PUNIQUE
Ces montagnes ont reçu le nom de la fille de Bébryx, victime d’un méfait d’Alcide (Hercule), hôte du roi. Poursuivant ses travaux fixés par le destin, il gagnait les contrées lointaines de Géryon au triple corps quand, à la cour du roi Bébryx, il se laissa vaincre par Bacchus et abandonna Pyrène séduite et victime de son propre charme: c’est donc le dieu, s’il est permis de le croire, qui causa le trépas, oui, c’est le dieu qui causa le trépas de cette infortunée. Et quand elle eut donné naissance à un serpent, elle redouta le courroux de son père et se hâta, dans son égarement, de quitter sa chère maison. Alors, dans la solitude des cavernes, elle pleurait la nuit passée avec Alcide, disait aux épaisses forêts les promesses du héros, et pleine du chagrin causé par l’ingrat séducteur, elle tendait les mains, appelant le secours des armes de son hôte: finalement, les fauves la mirent en pièces. Le Tirynthien, qui revenait vainqueur, arrosa de ses pleurs ses membres mutilés et pâlit, éperdu, en retrouvant les traits de celle qu’il aimait. Et la voix d’Hercule alla frapper les sommets et fit trembler les crêtes : ses cris de désespoir appelaient Pyrène et, partout, les rochers, les repaires des fauves répétaient : Pyrène. Puis il place ses restes dans un tombeau en répandant la suprême offrande de ses larmes; le temps ne fera pas oublier cet hommage et depuis des siècles, ces montagnes gardent ce nom qui causa tant de pleurs.
Parthénios de Nicée: Histoires d’amour, XXX, trad. Edm. Cougny, 1986, Paris, Errance
Celtinè : ” On dit que Héraclès, quand il amenait d’Erythie les génisses de Géryon, errant à travers le pays des Celtes, arriva chez Brétannos. Ce prince avait une fille nommée Celtinè. Devenue amoureuse d’Hèraclès, elle cacha ses génisses et ne lui voulut pas rendre qu’il ne se fût au préalable uni avec elle. Le héros, empressé de sauver ses génisses, mais bien plus encore frappé de la beauté de la jeune fille, s’unit avec elle, et, le moment venu, il leur naquit un fils, Celtos, de qui les Celtes ont pris leur nom.
Diodore de Sicile, Bibliothèque historique
Anciennement, dit-on, régnait sur la Celtique un homme illustre qui avait une fille douée d’une taille extraordinaire et surpassant par sa bonne mine toutes les autres femmes. […] Or, Héraclès, lors de son expédition contre Géryon, passa par la Celtique où il fonda Alésia. La fille du roi le vit, et, ayant admiré sa valeur et sa taille surhumaine, reçut de tout coeur, et avec l’agrément de ses parents, les caresses du héros; de cette union naquit un fils qui fut nommé Galatos et qui surpassait de beaucoup ceux de sa nation par la vaillance de son âme et par la force de son corps. Arrivé à l’âge d’homme et ayant hérité du royaume de ses pères, il conquit une grande partie du pays limitrophe et accomplit de grands faits de guerre. Devenu fameux par son courage, il appela de son nom Galates les peuples rangés sous sa loi et ce nom s’étendit à toute la Galatie.
Timagène d’Alexandrie, in Ammien Marcellin, Histoires:
En grec, on dit, en effet, Galates pour Gaulois. Selon d’autres, les Doriens, qui avaient suivi l’ancien Hercule, habitèrent les lieux qui confinent l’Océan. […] Quelques-uns disent qu’après la chute de Troie, des vaincus en petit nombre fuyant les Grecs répandus partout occupèrent ces pays alors déserts. De leur côté les habitants de ces contrées affirment – ce que nous voyons aussi gravé sur leurs monuments – qu’Hercule, fils d’Amphitryon, s’empressa d’aller détruire Géryon et Taurisque, cruels tyrans dont l’un désolait les Hispanies, et l’autre les Gaules; que, les ayant vaincus tous les deux, il s’unit avec des femmes de race noble, et en eut plusieurs enfants qui appelèrent de leurs noms les contrées où ils commandaient.