Se manifiesta por un dolor que incrementa la presión de la musculatura paracervical, temporal, suboccipital y los músculos de la mandíbula (maseteros).
El estado continuo de tensión provoca una tracción de los senos venosos, que puede generar congestión. El 95% de la sangre venosa se drena por los agujeros rasgados posteriores (situados entre el occipital y el temporal) a través de las venas yugulares: por tanto, cualquier mínima restricción a nivel del cuello y de las cervicales puede convertirse en un obstáculo para la bajada del retorno venoso craneal, al comprimir la yugular generando presión interna craneal.
La dispepsia e hinchazón de estómago, que por continuidad provoca tracción de la zona cervical, puede generar tensión innecesaria en los músculos maseteros. Digestión deficiente, bruxismo, alteración de la dinámica craniosacra, son también posibles causas de este dolor.
Para este tipo de cefaleas, en osteopatía se trabaja la zona occipital, cervicales, la articulación temporomandibular (ATM), la lengua y las membranas intercraneal entre otros, teniendo en cuenta siempre el resto del cuerpo.
A nivel emocional, los dolores de cabeza suelen simbolizar que nos exigimos demasiado y nos desvalorizamos. El dolor de cabeza nos impide ver, escuchar y oler bien: nos aleja necesidades vitales.