Desde la antigüedad, los hombres observaron el nacimiento como un fenómeno milagroso y elaboraron diferentes técnicas adivinatorias para conocer con antelación el sexo del ser que vendría al mundo e incluso fórmulas mágicas para proteger los recién nacidos contra enfermedades y entidades maléficas.
Muchas áreas rurales del mundo aún conservan estas tradiciones las cuales resultan interesantes conocer.
Creencias para adivinar el sexo de la criatura que nacerá
+ Si la madre se cae hacia delante, se considera que tendrá como descendencia un varón y si lo hace hacia atrás, será mujer.
+ Si se pide a la embarazada qué enseñe la mano y ésta muestra la palma, es que espera una niña; si es el dorso, entonces será un niño.
+ Al lazar una zapatilla de la futura madre al aire, ésta cae al suelo con la suela hacia arriba, va a tener un niño, pero si se trata de la parte interior, será una niña.
+ Si al ver el vientre de la embarazada, se observa que lo tiene abombado, se dice que tendrá una niña y si es puntiagudo será un niño.
Creencias sobre dones especiales que podría tener el bebé
Existen algunos augurios asociados con determinados signos de gracia para sanar, poderes y capacidades prodigiosas y que se desarrollan cuando el niño aún se encuentra en el vientre materno. A continuación se presenta algunos de ellos:
+ Se dice que el niño tendrá don de sanar si la madre lo oye llorar dentro del vientre.
+ Se dice que tendrá capacidad psíquica y un destino “brujeril” si el niño nace con lo que popularmente se llama «toquilla», «velo», «manto» o «zurrón», denominación que designa a un inusual recubrimiento que lo envuelve.
+ Se considera que tendrá capacidades prodigiosas, si el niño nace de pie.
Creencias relacionadas con las embarazadas
+ Se cree que si la madre tiene un deseo que no puede alcanzar o no se le concede, la parte del cuerpo que se toque en el momento producirá para siempre una marca visible en esa misma parte de la anatomía del niño. Se trata de una señal que representa el alimento u objeto deseado por la madre o, sencillamente, una mancha en la piel o un cambio de color en el pelo.
+ Se cree que si una mujer embarazada pide algo y no se lo conceden, le saldrá un orzuelo. Para quitárselo, deberá ver a través de una llave hueca de las que se utilizaban antiguamente.
+ Se considera que la embarazada debe alejarse de ciertos árboles y plantas como las higueras y las parras. Ni siquiera se podía tender la ropa en ellas. Si la mujer lo hacía en las ramas de la higuera, el niño al crecer se volvería loco; si lo hacía en la parra, el futuro hijo estaba condenado a ser borracho.
Para que el niño o niña tenga suerte
+ Se dice que al recién nacido hay que cortarle las uñas por primera vez detrás de una puerta, para que tuviera suerte en la vida.
+ Se dice que guardar todos los dientes de leche le dará buena suerte al niño o niña.
Para proteger al niño o niña contra males en general
Se considera el cordón umbilical como un amuleto que permite proteger al niño o niña. Por eso, siempre se ha recomendado conservarlo con todo esmero para que cuando el niño fuera mayor lo protegiera al realizar un largo viaje o al emprender algún tipo de aventura social, como podía ser el servicio militar. Sin embargo, para que tenga efectividad, tiene que estar bien escondido, sin que la persona lo supiera, en algún bolsillo o repliegue del forro de su ropa.
Como proteger al niño contra el mal de ojo
La tradición popular habla de la existencia de mal de ojo como una fuerza que puede afectar especialmente a los recién nacidos o niños pequeños. Este mal de ojo proviene de la mirada de algunas personas que curiosamente no quieren producir daño al niño, sino más bien han quedado prendadas ante la belleza o gracia de la criatura.
Un niño que está “ojeado” manifestará síntomas como sueño excesivo, fiebre, malestar general, dificultad para abrir los ojos y levantar la cabeza, pérdida de apetito y de peso.
Sin embargo, si se desea comprobarlo, la tradición indica que es necesario llenar un recipiente con agua. Luego colocarle un mechón de cabellos de niño y añadir unas gotas de aceite que si se une el agua indicará que el niño tiene «mal de ojo».
Otra técnica consiste en tomar el dedo corazón de la criatura y hacer resbalar por éste unas gotas de aceite, que caerán directamente sobre el agua contenida en un recipiente. Como es natural, lo normal es que el aceite no se mezcle jamás con el agua, pero cuando se ha producido este daño concreto, sorprendentemente se dice que se unen como si fueran una misma sustancia.
Si el niño se le detecta que sufre de mal de ojo, se le debe localizar la persona que lo ocasionó para que le dé un pellizco al niño de forma tal que pueda llorar. Igualmente resulta útil que el “ojeador” le dé al niño una pieza de un vestido que haya usado para que lo vistan con él.
Para prevenirle mal de ojo en un niño, se recomienda:
+ Colocarles lazos rojos, sin apretar, en las muñecas.
+ Vestirlos con la ropa del revés.
Libro: Magia Natural.