Teoría y práctica de la bendición
En Wicca bendecimos los objetos, consagramos cosas al servicio de los Dioses apelando al poder divino. Desde athames hasta inciensos, todo lo que vayamos a utilizar en un ritual es susceptible de (y debe) ser bendecido con anterioridad. A veces también se bendice durante un ritual o se aprovecha determinada fecha como un esbat o un sabbat para realizar la bendición pertinente, con resultados normalmente muy positivos.
Existen multitud de formas de bendecir objetos, pero la forma más sencilla de todas es el método que me enseñaron los correllianos, que es el siguiente:
En primer lugar, debemos “limpiar” de energías extrañas o no deseadas el objeto que queremos bendecir. Para ello, lo tomamos con una mano y hacemos tres círculos sobre el objeto en sentido antihorario (Widdershins o Tuathail) con la otra, visualizando el objeto lleno de luz blanco-amarillento, mientras decimos algo como:
“Yo te exorcizo, (nombre del objeto), limpiándote de todas las impurezas que puedas tener”.
A continuación, se hacen tres círculos en Deosil (sentido horario) sobre el objeto mientras lo visualizamos como lleno de energía de un color blancoazulada, muy brillante, mientras decimos:
“Y en el nombre de los Dioses, te consagro y bendigo para el fin al que has de servir. Que así sea”.
También podemos consagrar objetos mediante el uso de los elementos. Así, lo cargamos no sólo de nuestras energías sino también de las de la naturaleza. Este método es muy efectivo, pero hay que tener cuidado especialmente con el elemento fuego, puesto que algunos materiales pueden arder con facilidad. Para este método necesitamos incienso, una vela, agua y sal.
De esta forma, dispuesto el círculo, tomamos el objeto y lo pasamos sobre el incienso, visualizando cómo queda completamente lleno de la energía del elemento aire, mientras decimos:
“Por los poderes del Aire, yo te bendigo para el fin que has de prestar.”
Después, con cuidado, lo ponemos arriba de la vela encendida (cuidado, puede quemar o arder, mantener siempre una distancia de seguridad con la llama para que no nos quememos ni nosotros ni nuestro objeto), y decimos:
“Por los poderes del Fuego, yo te bendigo para el fin que has de prestar”.
Finalmente, tomamos un poco de sal (normalmente tres pellizcos) y lo echamos en el agua. Removemos tres veces en Deosil (sentido horario) y tomamos con la mano un poco de agua salada y la ponemos en el objeto, diciendo:
“Por los poderes del Agua y la Tierra, yo te bendigo para el fin que has de prestar”.
Finalmente, aclarar que existen multitud de formas de exorcizar y bendecir, para todos los gustos: Desde dejar tres noches un objeto a la luz de la luna llena, hasta enterrarlo durante una lunación completa para que se cargue con los poderes de la tierra. Expongo aquí los más sencillos y rápidos, pero en cualquier libro de brujería se pueden encontrar métodos más elaborados por si necesitamos una bendición más profunda.