INTRODUCCION
El primer paso para entender la antigua religión, es conocer sus raíces. Para cualquier creyente es un requisito básico el entender de dónde provienen sus creencias, y aunque es lo básico, es lo que mayormente se ignora.
Usualmente pensamos que la historia en sí es aburrida y tediosa, pero eso es algo que no ocurre con la historia de la Wicca, ya que es una historia llena de emociones, de vida y sobre todo, de lecciones que aprender.
PERIODO PRE – HISTÓRICO
Los primeros indicios de la antigua Religión datan de 25.000 años, en la Era Paleolítica.
En esta era, los hombres y mujeres dependían de la caza para la supervivencia. Solo si la cacería era buena ellos tendrían alimentos, pieles para cubrirse y huesos para fabricar sus armas y herramientas. La naturaleza los asombraba de tal manera, que en su asombro y temor a la misma, le atribuyeron espíritus controladores de esas fuerzas, convirtiéndolos en deidades.
La mayoría de los animales que se cazaban tenían cuernos, por lo que los hombres dieron el aspecto de hombre con cuernos al dios de la caza. Es aquí donde la magia se mezcló por primera vez con este modelo de adoración a los dioses. Las primeras manifestaciones de la magia fueron simpatéticas, es decir, ellos creían que si hacían una imagen de un bisón moldeada en el barro, y luego la “mataban”, al salir de cacería matarían un bisón real.
Los rituales religio – mágicos habían nacido de esa manera .Uno de los hombres vestido con pieles y cuernos, representando al dios, dirigía la “cacería” del bisón de barro. Hoy en día aún se encuentran pinturas en cuevas que datan de esa era y representan ese ritual.
Junto a este dios de la caza, había una diosa. Esta no era de la caza, sino de la fertilidad, ya que si había animales para matar, era necesario que estos mismos animales se reprodujeran para asegurar la existencia de animales para cazar. No se sabe quien surgió primero, si el dios o la diosa, y es algo que en realidad no tiene importancia, ni tampoco existe material para clarificarlo.
Si había de perpetuarse la tribu, la fertilidad de sus miembros era algo de suma importancia para ellos, más aun considerando el alto grado de moralidad que ellos tenían en esos días. Para la magia simpatética, figuras de animales copulando se moldeaban en el barro, y acompañaban en el ritual a miembros del clan en el mismo acto.
Existen muchas imágenes de la Diosa que se encontraron en excavaciones, en las que se reflejan la importancia que le daban al aspecto genital de la mujer, simbolizando su fertilidad y sexualidad. Estas tienen los senos de gran tamaño, el vientre hinchado, y órganos sexuales exagerados, dejando de lado aspectos como brazos, piernas y rostro.
Con el desarrollo de la agricultura, la necesidad de la caza disminuyó, y eso ocasionó un ascenso de la diosa. Ella ahora también empezaba a cuidar de la fertilidad de la tierra, así como de la tribu y de los animales. De esta manera el año se dividió en dos mitades. El verano en el cual el alimento crecía de la tierra, era dominado por la Diosa, y el invierno en el cual se obtenía alimento por medio de la caza, era dominado por el Dios. Las demás deidades (truenos, vientos, lluvia, etc.) pasaron a convertirse en dioses secundarios, y luego en aspectos del dios y la diosa.
A medida que el hombre evolucionó lo hizo también la religión, hasta lo que es hoy en día. Los hombres se esparcieron por toda Europa, llevando con ellos sus dioses. Cuando los nuevos países se creaban, los dioses adquirían nuevos nombres, aunque no tan diferentes, siendo sin embargo los mismos dioses.
Cuando el hombre aprendió a guardar sus cosechas en graneros para el invierno, la caza se volvió aun menos necesaria, por lo que el Dios de la caza paso a ser el Dios de la naturaleza, la muerte y el más allá. La Diosa era aún la diosa de la fertilidad y del renacimiento, por lo que los hombres desarrollaron una creencia en la vida después de la muerte. Existen evidencias de esto, en tumbas encontradas, en las que se hallaron mujeres enterradas con toda su joyería y atuendo de gala, y hombres enterrados con sus armas y hasta con sus perros, y con todo lo que pudiesen necesitar en su vida en el más allá.
EL ORIGEN DEL NOMBRE “WICCA”
Con el desarrollo de diferentes rituales, se originó necesariamente el sacerdocio: un grupo selecto de personas que tenían más resultados al dirigir los rituales. En algunas áreas de Europa, aunque no en toda ella, estos sacerdotes recibían el nombre de WICCANOS, que significa “Sabios”. De hecho, en la antigüedad, los jefes o reyes de los clanes, jamás tomaban una decisión importante sin antes consultar con el WITAN, o Consejo de los Sabios. Ellos no solo dirigían los rituales, sino también conocían la herbología, magia y adivinación, así como también la medicina y las leyes. Para las personas de esa época los “Wicca” eran los únicos medios entre los Dioses y ellos. En los grandes festivales ellos se convertían en casi dioses, y eran tratados como tales.
APARICION DEL CRISTIANISMO
A la aparición del Cristianismo no existió una conversión masiva como es muchas veces sugerido. El cristianismo era una religión hecha por el hombre que no evolucionó a través de los siglos como vimos con la Antigua Religión. Muchas regiones fueron etiquetadas como Cristianas por el simple hecho de que sus regentes eran Cristianos, y en la mayoría de los casos, sólo por conveniencia, no por convicción, ni mucho menos por conversión. A través de toda Europa, la antigua religión estaba aún presente a través de los primeros 1.000 años del cristianismo.
Un intento de conversión masiva fue realizada por el Papa Gregorio el Grande. El pensó que la mejor manera de hacer que las personas asistiesen a la iglesia católica, era convirtiendo los templos en los mismos lugares en donde estaban los templos de la antigua religión, donde las personas estaban acostumbradas a reunirse para la adoración. Ordenó a sus obispos destruir todos los ídolos, y salpicar los templos con agua bendita para re-dedicarlos. En gran parte Gregorio tuvo éxito, aunque no tanto como pensó, ya que en el momento de construir templos católicos, los únicos artesanos disponibles eran los mismos practicantes de la antigua religión, albañiles y carpinteros, quienes astutamente en medio de la decoración incluyeron imágenes de sus propios dioses de manera a que si eran forzados a acudir a ese templo, también pudiesen adorar a sus dioses allí.
LOS WICCANOS COMO ADORADORES DEL DIABLO
En esos primeros días, en los que el cristianismo empezaba a ganar fuerza como religión, la Antigua Religión, los Wicca y otros paganos, eran algunos de sus rivales. Es natural que ellos quisiesen deshacerse de sus rivales, y la Iglesia Católica no escatimó esfuerzos en ello. Es sabido que los dioses de una antigua religión se convierten en los diablos de la nueva. Esto precisamente ocurrió con la antigua religión, ya que su dios tenía cuernos, por lo tanto era el diablo del cristianismo. Obviamente, para la iglesia católica, los paganos eran adoradores del diablo. Este tipo de razonamiento es usado aún hasta hoy por la Iglesia Cristiana en general. Misioneros eran enviados a las tribus denominadas paganas, a quienes ellos llamaban adoradores del diablo, por el simple hecho de no adorar al mismo Dios del Cristianismo. No importaba si las personas eran buenas, felices o el nivel moral de ellos era bueno, o inclusive mejor que el que muchos cristianos. Tenían que ser convertidos.
El cargo de Adoradores del Diablo, tantas veces dado a los brujos y brujas, es ridículo. El diablo es una invención del cristianismo. Los seguidores de la antigua religión no tenían el concepto del diablo en la religión. La tendencia a dividir el poder en “bueno” y “malo”, es característico de civilizaciones avanzadas y complejas. Los Antiguos Dioses, a través de su evolución, siempre fueron muy “humanos”, en el sentido de que ellos tenían su lado bueno y su lado malo. Fue la idea del dios “TODO BONDAD Y AMOR” que generó la necesidad de un antagonismo. Esta idea del dios “todo bondad” fue creada por Zoroastro, en Persia, alrededor del siglo VII a.C. Esta idea se extendió al oeste y fue adoptada por el mitraismo y más tarde por el cristianismo.
Cuando el cristianismo empezó a ganar fuerza, la antigua religión fue empujada lentamente hacia fuera. En la antigüedad, hasta la época de la Reforma, sólo existía fuera de los límites de las ciudades. Los no-cristianos de aquella época fueron conocidos como paganos. El término Pagano, proviene del latín pagani, que significa los que viven en los pagos, o en el campo. Como los que vivían fuera de las ciudades eran mayormente pertenecientes a la antigua religión, fue por ello que los no cristianos fueron conocidos con el término “paganos”. Este término era apropiado para los no católicos de esa época, pero hoy día sigue siendo utilizado por ellos para referirse a los que no comparten sus creencias, de una manera derogatoria lo cual es bastante incorrecto.
LA REFORMA Y LA INQUISICION
Cuando el tiempo pasó, la campaña en contra de los no cristianos continuó. A todo lo que los Wiccanos hacían, se les daba la vuelta y era usado en su contra. Si los Wiccanos realizaban un rito para aumentar la cosecha, eran acusados de realizar ritos para una mala cosecha y mortandad de animales. Un antiguo ritual de fertilidad consistía en que los pobladores tenían que salir al campo en la noche de luna llena, montados sobre un tridente o una escoba, a bailar en el campo. Ellos saltaban en el aire y daban vueltas, bailando y celebrando la fertilidad del campo, y simbolizando el crecimiento y cuán alto crecerían las cosechas. Una forma inofensiva de magia simpatética. Pero la Iglesia no sólo los acusó de hacer rituales en contra de las cosechas, sino de volar por los aires montados en sus escobas… seguramente una obra del diablo.
En 1.484, el Papa Inocente VIII emitió su bula en contra de las brujas. Dos años más tarde, dos monjes alemanes, Heirich Institoris Kramer y Jakob Sprenger, escribieron el “Maleus Malificarum” (o “Martillo de las Brujas”), en este libro se daban instrucciones específicas para la persecución de los brujos. Sin embargo, cuando este libro fue enviado a la Universidad de Teología de Cologne – los censores máximos de aquella época – la mayoría de los profesores se rehusaron a tener algo que ver con el mismo libro. Kramer y Sprenger, ignoraron la desaprobación de la facultad, hecho que no fue descubierto hasta 1.898.
Poco a poco la histeria creada por Kramer y Sprenger se expandió. Como el fuego se expandió rápidamente a través de toda Europa, llegando a los lugares menos pensados. Por casi 300 años los fuegos de la persecución ardieron; hombres y mujeres se volvían locos. Pueblos enteros donde se sospechaba que habían uno o dos brujos, eran sacrificados bajo el grito de “Destruyan a todos que el Señor reconocerá a los suyos”. En 1.586 el Arzobispo de Treves decidió que los brujos del pueblo habían sido los responsables del severo invierno, por lo cual 120 hombres y mujeres fueron sometidos a tortura para lograr una “Confesión”, por la cual fueron quemados vivos, bajo el cargo de interferir con los elementos. Un ejemplo del tipo de histeria originado por los monjes es el caso del Las Brujas de Salem, en el cual de todas las personas que fueron colgadas bajo el cargo de Brujería, posiblemente solo dos eran reales seguidoras de la antigua religión. Todos los demás eran pilares fuertes de la Iglesia del lugar, hasta que unas niñas los acusaron de Brujos.
LA EPOCA ARDIENTE
Es conocida como época ardiente, aquella en la que todos los que no creían o abrazaban la religión católica, eran quemados vivos o ahorcados (en algunos países no se permitía quemar a nadie, así que los colgaban).
Es interesante notar que en esta época muchas de las personas que murieron, ni siquiera eran wiccanos, sino sólo personas que no eran queridas en sus pueblos y por ello eran acusadas como brujas.
No es menos interesante notar cómo la ignorancia del cristianismo acusó a los brujos de ser adoradores del diablo y de matar niños, cuando en realidad no existe tal práctica entre los wiccanos ya que no creemos en el diablo y menos podemos derramar sangre, ya que eso va en contra la carga de la Diosa y contra el amor y respeto hacia todo lo viviente.
Se estima que el total de ejecuciones (según la iglesia católica) fue de 3.000; y 9.000.000 (según varias fuentes de información paganas). La figura actual basada en el examen de documentos de juicios y tribunales estima que el número de archivos perdidos asciende a 200.000. Como era de imaginar, esto es casi igual al valor geométrico de números estimativos.
Los jueces no perseguían solamente a mujeres. El balance de género variaba de acuerdo a la localidad. Un 90% de los acusados fueron hombres en Islandia, cerca de 80% fueron mujeres en Europa. Sin embargo, sobre el número total de ejecutados, el 75% fueron mujeres.
La mayoría de las sentencias de muerte eran dictadas por cortes civiles, no por la iglesia católica. Sin embargo, la iglesia estaba indirectamente involucrada, ya que ella proveía las fuentes teológicas en los casos civiles.
Los inquisidores no buscaban sólo a brujos, principalmente se interesaban en herejes.
Aún así, la iglesia no es directamente responsable por las muertes dadas por sentencias civiles, aunque si era responsable por los arrestos por causa de creencias diferentes a las suyas; por las torturas y ejecución de minorías religiosas en esas cortes. Una costumbre, era que si las creencias de alguien diferían de las de la iglesia católica, no se le podía dar a esa persona libertad de culto ya que corrompería al resto del pueblo.
La severidad de la persecución no era uniforme en toda Europa; se concentró primeramente en el este de Francia, Alemania y Suiza. Muchos países se libraron de los tiempos ardientes. La época ardiente y su persecución disminuyó mucho con la llegada de la Epoca de la Iluminación, cuando las personas empezaron a preguntar sobre “verdades” religiosas sostenidas durante mucho tiempo. Esto forzó a que terminase la ejecución de los brujos en Europa y América.
Lo importante de esa época para nosotros, más que los números de cuantos murieron, es que las leyes de inquisición fueron abolidas. Hoy en día seguimos siendo víctimas de persecuciones por el hecho de que nuestras creencias son diferentes a las de otras religiones y aunque no nos queman vivos o nos llevan a la horca, es algo con lo que debemos vivir diariamente, especialmente aquellos que vivimos en países con una alta moralidad cristiana.
EL RESURGIMIENTO DE LA ANTIGUA RELIGION
En 1.951, en Inglaterra, fueron abolidas las últimas leyes en contra de los brujos. En 1.954, Gerald Gardner, publicó un libro llamado “Witchcraft Today” (Brujería Hoy) en el que afirma que las teorías de Murray eran correctas y confesaba estar seguro de ello ya que él mismo era un Brujo. También sostenía que posiblemente la Antigua Religión estaba por desaparecer, pero grande fue su sorpresa, cuando empezó a tener noticias de Grupos o Covens esparcidos por toda Europa.
La Antigua Religión ha recorrido un largo camino desde sus humildes orígenes en la prehistoria hasta nuestros días. Ha crecido en gran manera y hoy es una religión conocida mundialmente, gracias a todos aquellos que de una u otra manera decidieron abrazar la fe y hacerla pública. A esto debemos agregar que gracias al Internet, muchas más personas están conociendo la Wicca e interesándose por esta filosofía de vida, que al contrario de otras religiones, instan al hombre a realizarse en un ser completo, libre y por ende feliz.
Hay algo que debemos que tener siempre en cuenta, y es que cuando nos encontramos ante personas que no comparten nuestras creencias, el término “Brujo”, los incomoda de entrada y lo asocian directamente con el satanismo. Por ello, siempre recomiendo usar el término “Wicca”. Además de no saber qué significa, no les asusta tanto.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es que, la era ardiente ya terminó, y no tiene por qué haber enemistad entre el cristianismo y la wicca. Cada uno debería seguir su camino, y preocuparse en estudiar sus doctrinas para mantenerse firmes en ellas en todo momento. Debemos estudiar y saber en qué están basadas nuestras creencias para que en el momento de compartir con alguien que no sabe, estemos preparados para explicar lo que creemos y responder a sus preguntas.
Otra cosa a considerar también es si seremos brujas “OUT OF THE CLOSET” o dentro del closet… es decir, si diremos públicamente que somos brujos, o lo mantendremos en secreto; de cualquier manera esta bien. Es nuestra elección, y muchas veces tenemos que hacer lo que es mejor para nosotros.
Hoy en día, hay muchos que quizás nos acusarán de ser adoradores del diablo, de matar chicos en “Halloween”, o de reunirnos a invocar espíritus. Si nosotros sabemos lo que somos y lo que hacemos, todas esas acusaciones nos pasarán de largo.
Así que la mejor preparación para tratar con los de otras religiones, es estudiar la nuestra; preocuparnos por lo que nosotros creemos y vivir un estilo de vida de acuerdo a nuestra “rede”. Si lo hacemos, nadie podrá decirnos nada, y más aún, recurrirán a nosotros cuando tengan problemas, ya que seremos los “SABIOS DEL VECINDARIO”.
Varias fuentes.
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