El artículo “Actividad de Servicio” (Invocando a los Ángeles o Devas) que dio cuerpo y consistencia a ciertas ideas extraplanetarias acerca del “Servicio”, tiene una finalidad que trasciende los conceptos hasta aquí sustentados y mantenidos sobre la fraternidad. En el mismo les hablamos a ustedes de la vinculación de nuestra humilde vida humana con todas las esplendentes vidas y todas las Fraternidades Ocultas y Místicas del Cosmos Absoluto y de la posibilidad de que nosotros, como grupo, podamos contactar y aún exteriorizar concientemente algunas de las potentísimas energías que el “Señor de Acuario” derrama como bendición divina y aprovechando ciertas circunstancias especiales de traspaso de Eras o de Precesión de los Equinoccios, sobre el Universo Solar “donde vivimos, nos movemos y tenemos el Ser” y muy particular y especialmente, sobre nuestro planeta. No nos extraña, pues, la gran demanda de información solicitada durante los últimos tiempos acerca de Aquellos tres Grandes Señores que sirven de vehículo a las energías del Señor de Acuario con destino a nuestro planeta Tierra y a todos los Reinos de la Naturaleza. Trataremos de complacer aquella demanda en la medida de lo posible y siguiendo, tal como es de rigor en todo estudio esotérico, el principio hermético de la Analogía.
El Mántram de Unidad
Que la Luz Liberadora de Buda,
el Amor infinito del Espíritu de la Paz
y el poder indescriptible del Avatar de Síntesis
restablezcan el Plan de Dios en la Tierra.
El Gran Triángulo Mágico entonces está constituido por el Avatar de Síntesis, el Espíritu de la Paz y el Señor Buda. El Cristo es el punto dentro del Triángulo (estrella azul).
El Avatar de Síntesis
Hablar del Avatar de Síntesis, tomándole en primer lugar y como cúspide del Gran Triángulo Mágico que utiliza a Cristo como centro de proyección de las energías cósmicas del traspaso de Eras, implica —como ya hemos dicho anteriormente— hablar de las Fraternidades Ocultas y desconocidas dentro del inenarrable marco del Cosmos Absoluto que trascienden nuestro pobre entendimiento humano.
Debemos apelar por lo tanto al principio hermético de analogía o de correspondencia universal para tener siquiera un vislumbre débil e impreciso de Aquellas poderosas Entidades que impulsadas por ciertas leyes precisas y matemáticas de Fraternidad, ofrecen su divina colaboración en la obra redentora de los mundos. Cuando estas leyes sean mejor comprendidas por la mente y el entendimiento de los seres humanos, se tendrá un conocimiento más exacto o verdadero de ” las Entidades Extraterrestres” que regular y periódicamente visitan nuestro mundo.
El velo de misterio que rodea todavía a estos Testigos de la Hermandad Cósmica y las cábalas que suscitan en las mentes humanas, tan predispuestas siempre a lo espectacular y a lo maravilloso, dejarían de existir si se aceptaran “las visitas de tales Entidades” ya sea a través de “Cuerpos Voladores” que vencen todas las leyes de la estática predominante en nuestro mundo o en “Sutilísimos Cuerpos Espirituales de Sustancia Incorpórea” que trascienden por completo el concepto que la ciencia terrestre tiene acerca del éter, como hechos naturales, tan naturales como las visitas que nosotros los seres humanos efectuamos a nuestros familiares y a nuestras amistades.
La analogía hermética debería presentar estos hechos como una afirmación de la más pura y simple de las lógicas. Sólo una mente muy infantil —y ruego se nos perdone la expresión— puede asombrarse todavía hoy, en los finales del siglo XX, de tales testimonios de Poder Fraternal. Y, no obstante, nadie se maravilla de fenómenos de relación tan especialmente vinculativos como el telégrafo, la radio, la televisión… que desafían también las leyes de la estática y, triunfando del tiempo, producen la Instantaneidad. Esta última palabra es singularmente descriptiva y puede darnos una idea muy aproximada del Poder Universal que utilizan los Grandes Seres para mantener una estrecha y vigilante atención sobre todos y cada uno de los hechos que tienen lugar dentro de nuestra sociedad humana en evolución.
Hablar del Avatar de Síntesis implica asimismo una nueva consideración del planeta Urano no sólo como proyector de energías de tremenda sutilidad relacionadas con la Vida mística del Logos Solar sino también como uno de los Grandes Agentes Vinculativos de la Tierra con la Vida Misteriosa del Señor de Acuario.
Esta última consideración, así como la anterior, deberán ustedes aceptarla o admitirla como una razonable hipótesis, basándose en los principios de la Analogía Universal y de ciertas relaciones astrológicas o aceptarlas íntegramente como una fúlgida realidad amparándose en el juicio instantáneo y definitivo de la Intuición. En todo caso, la verdad del Hecho subsistirá como subsiste la idea básica de la Fraternidad de los Mundos, que en la Nueva Era será admitida y reconocida como un hecho de la más simple actualidad y naturalidad.
En el “Libro de los Iniciados” se nos dice que “… Los Dioses cabalgan sobre unos Rayos más rápidos que los de la luz solar… Para Ellos no existe ni la distancia ni el tiempo…” A medida que nuestro planeta se vaya adentrando por la zona de irradiación de Acuario y el planeta Urano destile para nosotros algunas de las sutiles verdades que hoy sólo pueden ser remotas teorías, “El Libro de los Iniciados”, al que constantemente hacemos referencia, podrá ser leído por muchos seres humanos e interpretado con un tipo de inteligencia que será capaz de hacer efectivas aquellas ideas en un mundo en donde todavía impera una gran penumbra o zona sombría regida por nuestro satélite la Luna.
La culminación —ocultamente hablando— de esta zona de oscuridad aportará los elementos positivos que, incidiendo directamente sobre los cerebros humanos, les capacitará para medir verdades que están más allá de su entendimiento lógico actual y para sumergirse en áreas de luz que les darán la clave y resolución del Misterio Universal de Relación, así como del Objetivo Supremo que subyace en el proceso Místico del Propósito de la Vida. Intentamos decir con todo ello que el mundo en su totalidad, se está preparando para canalizar un tipo de energía de tal extrema e increíble sutilidad que todo cuanto hasta aquí ha sido admitido como realidad pura, será considerado de orden superficial pese a los tremendos avances científicos. La evolución planetaria —en su totalidad— tiende hacia Síntesis, una Meta de perfección que exige, como siempre ha exigido del perfecto discípulo espiritual, sencillez de mente y pureza de corazón. Si unen ustedes los elementos de esta frase “sencillez de mente y pureza de corazón”, tendrán una idea de lo que significa realmente la intuición y la síntesis en lo que al ser humano respecta.
El centro Omega, mencionado por el Iniciado Teilhard de Chardin, que unifica todos los esfuerzos y voluntades de los hombres y todos los intentos planetarios de perfección, está misteriosamente ocupado por el Avatar de Síntesis. Más allá de toda medida humana de conjetura y paradójicamente mucho más cerca del corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad de lo que aparentemente se supone, este Excelso Ser derrama sobre la Raza de los Hombres principalmente, pero también sobre los demás Reinos de la Naturaleza, la Gracia de Su divina Bendición.
Su punto de anclaje planetario es Shamballa, el Centro de la Voluntad de Dios y desde allí irradia sobre todos los seres humanos la voluntad y la resolución, el cumplimiento de la Ley y la fraternidad pura de los corazones. El Avatar de Síntesis nos habla constantemente del tesoro de unidad subyacente dentro del corazón humano, sede de la vida.
Ocupa la cúspide o vértice superior del Gran Triángulo Mágico y prepara desde el Corazón de Cristo a la Humanidad para que descubra en sí misma la sabiduría de Síntesis, de la Voluntad Creadora y desarrolle sus cualidades innatas de vida y de conciencia fraternales que son esencia y verdad dentro de los seres humanos.
Utilizando la intuición y “cavando hondo en sus corazones”, cada uno de ustedes podrá comprender el alcance de esta vinculación cósmica que proviene del Gran Señor de Acuario y que a través del Avatar de Síntesis, nos hace concientemente solidarios con los demás soles, planetas y humanidades del Cosmos Absoluto.
(Por Vicente Beltrán Anglada)