Son rituales de protección, limpieza, neutralización de daños, descarga, razonamientos, conservación. Los usos de la sal en las prácticas mágicas son tan diversos como efectivos. Desde tiempos muy remotos, constituye un ingrediente indispensable para todo tipo de rituales. Los magos utilizaban sal para proteger sus herramientas, para deshacer maldiciones, para realizar una efectiva limpieza del espacio. Además de esas ventajas, existe otra fundamental: está al alcance de todos. Pero, cuidado, el hecho de que sea un elemento cotidiano a veces conspira contra quien desea aprovechar sus ventajas. Si usted quiere emplear la sal como ingrediente esotérico, debe saber exactamente cómo utilizarla según el objetivo. Vamos a ver diferentes técnicas para trabajar con sal y beneficiarnos de sus poderes.
Limpieza de casas
Poner la sal en un cuenco y sostenerlo mientras pedimos que el espíritu de la tierra bendiga la sal. Entrar en la habitación que vamos a limpiar y colocarnos en el extremo situado más al Este. Arrojar una pizca de sal en dicha esquina mientras decimos:
Sal sagrada, sal de la tierra y del mar, despeja esta habitación para que seamos libres.
Podemos decir la oración que mejor se adapte nuestras creencias.
Cuando hayamos arrojado sal en las cuatro esquinas de la habitación, debemos colocarnos en el centro y girar describiendo una espiral en el sentido de las agujas del reloj. Vertir un poquito de sal adicional en cualquier punto en el que la energía nos parezca desagradable, densa, fría o estancada. Nuestra intuición es básica para determinar cuáles son estos puntos. Sólo debemos abrir el corazón y las emociones a cualquier información que parezca proceder de la habitación. Al terminar, decir:
Madre Tierra que estás debajo de todos nosotros, escúchanos ahora, acude a nuestro llamado, entra en esta casa, en este lugar sagrado, sana a todo aquel que viva dentro de este espacio.
Terminado e ritual, aspirar la sal de la habitación dejando un poco en las esquinas.
Ritos para cortan con lo malo
Los poderes de la sal se manifiestan con mucha intensidad cuando el objetivo es poner fin a un daño, neutralizar malas energías, cortar con la mala suerte, alejar la negatividad.
Contra la envidia:
Si creemos que estamos siendo víctimas de la envidia ajena, podemos hacer este ritual para liberarnos de ello:
Colocar una fotografía nuestra (preferentemente de cuerpo entero) sobre una superficie plana y limpia.
Debemos rodearla con un círculo de sal gruesa y dejarla puesta durante una semana y añadir sal al círculo cada día. Mientras lo hacemos, hemos de concentrarnos en la idea de alejar de nosotros la envidia.
Pasada la semana, tirar la sal a un desagüe o sitio que corra el agua y guardar la fotografía en nuestro altar. Si no tenemos altar, poner durante una semana más la fotografía 10 min. dirarios al sol.
Para alejar a un enemigo en 7 días:
En una noche de Cuarto Menguante, llenar un vaso de cristal con alcohol de quemar y diluir en él una cucharada de sal fina.
Escribir el nombre de su enemigo en un papel y colocarlo dentro del frasco.
Dejarlo allí durante siete días y luego arrojar el líquido a un desagüe o lugar donde corra el agua y tirar el papel a la basura.
Hechizo anti-daños:
Las agresiones energéticas que nos envían pueden ser neutralizadas de diferentes formas. Aquí teneis un par de ellas:
1.- Durante tres semanas consecutivas terminar nuestro baño echándonos por espalda una jarra de agua fría, con tres cucharadas de sal marina disuelta en ella.
2.- Antes de salir de casa, coger un poco de sal marina con la mano izquierda y arrojarla hacia atrás, sobre el hombro derecho.
Alejar los malos espíritus:
En el transcurso de la tercera noche de Cuarto Menguante, acondicionar una mesa para colocar en el centro un espejo redondo.
Rodearlo con un círculo de sal fina.
Espolvorear sobre él tres pellizcos de sal.
Rodear el círculo de sal con tres velas blancas, de manera que éstas formen la figura de un triángulo.
Arrojar sobre cada una de las velas una poco de sal y encenderlas.
Contra el mal de ojo:
El decaimiento y nerviosismo sin causa aparente puede ser señal de haber sido “ojeado”. En este caso, este ritual nos ayudará:
Durante tres días, poner un vaso de agua con unos gramos de sal gruesa en nuestra mesilla de noche y cambiarla diariamente.Trazar debajo de la cama una cruz de sal gruesa y, cuando hayan pasado los tres días, tirar la sal a la basura.
Sal marina para alejar la mala suerte:
Si la suerte se empeña en no estar a tu lado, fabrica el siguiente talismán y llévalo siempre contigo:
En una noche de Luna Llena, pon siete cucharaditas de sal marina en línea recta horizontal, sobre una superficie plana.
Comenzando por la izquierda ve agregándole: a la primera, a la tercera, a la quinta y a la séptima una poco de sándalo en polvo; a la segunda, a la cuarta y a la sexta un grano de incienso.
Déjalo toda la noche y, a la mañana siguiente, ponlo en una pequeña bolsita de plástico y ésta, a su vez, en una bolsita de tela lila.
Llévalo siempre encima.
Baños de descarga:
Si tu energía está en baja. Si las malas vibraciones de las personas que te rodean te afectan. Si crees que eres víctima de daños… Todo lo que debes hacer para cambiar la energía es agregar sal al agua del baño. Esto crea un cambio alquímico (se convierte un elemento sólido (la sal) en líquido).
Báñate en esta mezcla para crear un cambio similar en ti. Visualiza tus deudas, preocupaciones, enfermedades (si las hubiera) y las energías negativas que te afectan. Visualiza cómo esos males abandonan tu cuerpo y quedan en el agua donde son neutralizados.
Si prefieres la ducha, utiliza una pequeña cantidad de sal gruesa en un recipiente y una esponja. Empapa la esponja en agua, métela en el recipiente con sal y frota tu cuerpo.
Por último, termina el baño de la manera habitual, con agua y jabón.
Para obtener un máximo resultado, realizar los rituales durante el Cuarto Menguante o la Luna Nueva, porque estas fases potencian los ritos de defensa y barrera.