La salvia, es salvia. No existe diferencia entre la “salvia blanca” y el “resto de salvias”. La única diferencia que hay entre una salvia y otra es el territorio… dónde ha sido cultivada. Nada más. Es más, la salvia blanca no deja de ser la “salvia común”, la misma que cultivamos aquí en nuestra casa.
Regida por el planeta Júpiter y el elemento Aire, la Salvia durante mucho tiempo fue valorada por los hechiceros como una hierba de purificación, exorcismos y protección. Se la considera la reina de las plantas aromáticas.
Su nombre vulgar es el de «hierba sacra», que le fue atribuido por los romanos, quienes la consideraban así. Su nombre viene del latín salvare (salvar), por las propiedades medicinales que se le atribuyen. En el lenguaje de las flores significa “estimación”.
Entre los anglosajones se le atribuía a la Salvia el poder de volver inmortal. La escuela de medicina de Salerno atribuía a la Salvia propiedades maravillosas y la leyenda medieval decía que el que cultivara Salvia en su jardín no tenía ninguna razón para morir.
Antiguamente se le atribuyeron numerosas virtudes medicinales, hasta el punto que se convirtió en un “curalo todo” o panacea. En el siglo XIII se creía que cultivar Salvia alejaba la enfermedad gracias a sus muchas virtudes. Sin embargo, con el paso del tiempo sus propiedades se vieron sumamente reducidas.
La Salvia tuvo en la península Ibérica propiedades benéficas para expulsar los malos espíritus y demonios. En algunas partes de Extremadura la Salvia formaba parte de un brebaje utilizado en los exorcismos. Cuando aparecía un energúmeno, es decir, alguien poseído por el demonio, se le llevaba a una iglesia y se le rociaba con agua bendita y el brebaje citado, donde la Salvia y la Ruda tenían un especial protagonismo.
Utilizada también por su poder exorcizante. Permite que los seres benéficos permanezcan en nuestro entorno y nos protege de malas vibraciones.
La Salvia (combinada con cedro) se quema para dispersar las malas vibraciones y los espíritus malignos y para atraer a los espíritus benéficos al espacio ritual, así como para “limpiar” los chakras y para protección antes de comprometerse en rituales o trabajos de trance.
Agrippa von Nettesheim (1486-1534), filósofo renacentista que dio auge a una forma de pensamiento que mezclaba los conceptos religioso cristianos y la visión mágica del mundo, llamaba a la Salvia “hierba sagrada” porque hacia a las mujeres fecundas gracias a sus poderes mágicos. El doctor Andrés de la Laguna, en “Acerca de la materia medicinal y de los venenos mortíferos”, dice a este respecto: “Tiene se por averiguado que si la mujer, después de haber dormido y aun velado cuatro días sin compañía, bebiere una taza de zumo de Salvia, y se mezclare luego con el varón, concebirá sin falta. De esta manera en cierta ciudad de Egipto, llamada Copto, tras una gran epidemia de peste las mujeres de los que quedaron vivos fueron obligadas a beber el tal zumo para que con sus muy frecuentes partos instaurasen el linaje humano, allí casi del todo desaparecido…”
En algunas zonas de la Península Ibérica (sur de Tarragona y Lérida y norte de Valencia) se consideró que la Salvia atraía a los sapos, congéneres de la brujas y por esta circunstancia había que lavar muy bien la planta antes de usarla para no envenenarse.
Sobre esta creencia José Quer, en Historia de las plantas que se crían en España, escribe: “La Salvia pide algunas precauciones antes de usarla; porque según Doringio, Ambrosio Pareo, Mijera, Matiolo, Fuchsio y muchos otros, aconsejan que no debe administrarse a menos que no esté bien lavada, porque dicen que los sapos se esconden debajo de ella y la infectan con su aliento y su saliva. El único modo de ahuyentar a estos animales es plantar algunos pies de Ruda contiguos a la Salvia, cuya vecindad no pueden sufrir tales huéspedes..”
Esta creencia se mantuvo durante muchos años. En el siglo XVIII don Diego de Torres, catedrático de matemáticas de la Universidad de Salamanca, en su obra “Cartilla rústica”, insiste sobre este aspecto: “Conviene plantarla junto a la Ruda para defenderla de las serpientes que frecuentan mucho junto a ella…”.
Según la magia Wicca, la Salvia es una planta para ayudar a la proyección astral. Es usada en sahumerios para contribuir energéticamente en el ambiente, en la sanación, la espiritualidad y la protección. La variedad cuyo nombre científico es Salvia divinorum. Popularmente se la conoce como “hierba María”.
Los chamanes mazatecos de Oaxaca la han usado tradicionalmente de manera ritual y terapéutica, tanto en ritos adivinatorios como de curación de problemas digestivos, dolor de cabeza, reumatismo y anemia. Su consumo habitual potencia la intensidad de los sueños, otorga lucidez y claridad mental, para ver y solucionar los problemas personales del momento.
La Salvia se llevaba para fomentar la sabiduría, y sus hojas se empleaban en hechizos de curación y dinero.
Duerne sobre ella durante tres noches. Si sueñas una vez con lo que deseas, tu deseo se hará realidad. Si no es así, entierra la Salvia para que no te pueda causar ningún daño.
Género: masculino
Planeta: Júpiter
Elemento: Aire
Poderes: Inmortalidad, longevidad, sabiduría, protección y deseos.
Quien para siempre desee vivir
Salvia en mayo habrá de ingerir.
Se utiliza en hechizos para atraer la sanación, protección, limpieza y abundancia.
Sus hojas se llevan encima para fomentar la sabiduría y para protegerse contra el mal de ojo y para ello podemos hacer saquitos mágicos para llevar con nosotros o en rituales y hechizos.
Se utiliza para realizar sahumerios de purificación, el humo resultante de quemar las hojas de salvia es altamente purificador y es bueno pasearlo por toda la casa para eliminar las energías densas o también por los negocios.
También se pueden hacer “Atados de Salvia” para sahumerio o “Velones de Salvia”. Para hacer esto se hace la recolección de la hierba en fresco y se ata así en fresco para que no se rompa con hilo de algodón o cáñamo y se pone a secar colgado. Una vez seco ya podemos usarlo para quemar a modo de incienso y es altamente limpiador y purificador.
Otro uso muy común de la salvia es la fabricación de preparados para usar como lavasuelos o como mencionaba al inicio del artículo como vinagres bactericidas y desinfectantes.
Preparada en infusión en conjunto con romero y algunas hierbas opcionales como puedan ser la ruda, rompepiedra, espliego, albahaca, caléndula, laurel etc. se utiliza como baño de descarga energética negativa. Se puede verter la infusión en el agua de baño o bien después de ducharse aclararse con este preparado. Con ello se consigue liberar el campo energético de energía negativa.
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