La baya de Goji es una fruta desecada de color rojo, parecida a una pasa, y con un sabor que está entre el arándano y la cereza.

Junto con una dieta equilibrada, pueden ser una ayuda para aquellos que desean:

– conservarse jóvenes por dentro y por fuera,

– reforzar el sistema inmunológico,

– mejorar la vista, regular el apetito y el sueño,

– cuidar el hígado y los riñones,

– retrasar la pérdida del cabello y la aparición de canas,

– controlar el peso,

– controlar el colesterol,

– controlar el acné en adolescentes.

Para conseguir todos esos beneficios de aconseja comer unas 40 bayas diarias.

El Goji sólo se ha probado en seres humanos en dos estudios publicados, uno chino publicado en el Diario de China de Oncología en 1994, donde se encontró que 79 personas con cáncer respondieron mejor al tratamiento cuando goji fue añadido a su régimen.

Según los estudios la baya del goji contiene antioxidantes y los extractos de goji pueden impedir el crecimiento de células cancerosas, reducir la glucosa en sangre y los niveles de colesterol.
Aun no se saben de efectos secundarios del consumo regular de goji o si va a interferir con los tratamientos o medicamentos, ya que en la medicina tradicional china, las bayas de Goji se comen crudas, en té, añadido a las sopas chinas o hecho en extractos líquidos.

Posibles interacciones del medicamento:
Las bayas de Goji pueden interactuar con medicamentos anticoagulantes (comúnmente llamados “adelgazantes de la sangre”), como la warfarina (Coumadin). Hubo un caso clínico publicado en la revista Annals of Pharmacotherapy de una mujer de 61 años de edad que tenían un mayor riesgo de hemorragia, indicado por un elevado ratio internacional normalizado (INR).
Ella había estado bebiendo 3-4 tazas diarias de té de bayas de Goji, y su sangre volvió a la normalidad después de suspender la infusión de bayas de Goji.